Recolectado en Febrero de este año, el siguiente alcornoque brotó con mucha fuerza tan sólo un mes y medio después de su recolección, indicando así que había superado su yamadori de forma más que satisfactoria.
El problema ahora era que, de dajarlo crecer libremente, el engrosamiento de las ramas dificultarían sobremanera una futura primera formación o establecimiento del "esqueleto" del futuro bonsái.
Así que, llegado a este punto, se hacía necesaria una primera selección de ramas y doblado de las mismas. Y el resultado es el que sigue:
Creo que la idea resultante es la de un árbol que no tiene mucho que ver con los árboles de esta especie que se ven de forma habitual en la naturaleza, pero aún así no me disgusta.
Un saludo.